En las zonas de construcción existen planes de urbanización jurídicamente vinculantes. Donde no hay normas fijas, por ejemplo, en cascos antiguos, en zonas exteriores, solares antiguos o baldíos, tras divisiones de la propiedad y nuevas mediciones, puede haber límites de edificación, pero no conexiones de alcantarillado, electricidad, agua o aguas residuales y tampoco un plan de urbanización jurídicamente vinculante. Para llevar el proyecto de construcción a una fase de aprobación, su planificador crea los documentos para una solicitud previa a la construcción con planos de construcción, vistas y secciones, planos de distancias, cálculos de superficie habitable y útil, verificaciones de plazas de aparcamiento y mucho más
Si las autoridades aprueban el proyecto por escrito o con algunas condiciones, ya tiene "luz verde" para presentar la solicitud de construcción completa. Si recibe un rechazo, la lucha continúa, posiblemente con compromisos, o en el peor de los casos, el desarrollo previsto se rechaza irrevocablemente. Aquí se requiere la actuación de su arquitecto y, a veces, un poco de perseverancia.